martes, 14 de diciembre de 2010

Alicia aca publico una parte de mis escritos


Era una noche fría y oscura. Los árboles se mecían suavemente, mientras yo caminaba tranquila hacia mi casa, luego de un aburrido día de trabajo. Mia seguía sin dirigirme la palabra. Lo peor de todo es que no me sentía culpable para nada. Todo lo ocurrido había sido por causa de ella. El doctor Mordel ni siquiera me agradaba antes de que ella taladrara mi cabeza hablándome de él.

Comenzó a llover . Me alegré de no tener un paraguas conmigo y mojarme con las gotas de lluvia. Estaba deseando fervientemente llegar a mi casa para darme un relajante ducha caliente e irme a dormir.

Nada parecía indicar que esa noche sería distinta a otras.

Pero algo me hizo cambiar de opinión y de repente mis expectativas eran más altas de lo normal.

Ese algo era una figura que venía en dirección contraria a la mía .Cuando estuvo lo suficientemente cerca para que pudiera observarlo bien, mis ojos se clavaron en los suyos y enseguida supe lo que él era.

En ese instante todo se tornó confuso. El miedo junto con la exaltación me embargó. Olvidé hacia donde iba, donde estaba e incluso quien era.

Todas estas ideas se cruzaron por mi mente, mientras ambos nos mirábamos. Pude ver en sus ojos que él sabía que lo había descubierto. Sonrío, bajó la mirada y siguió caminado como si no se hubiera percatado de mi presencia.

Me quede inmóvil unos segundos, tratando de organizar en mi cabeza lo ocurrido. Cuando recuperé la conciencia volteé la cabeza hacia atrás y pude ver como doblaba la esquina.

A pesar de estar aterrorizada no pude contenerme y decidí seguirlo. Necesitaba una confirmación de que él era lo que yo creía. No necesité caminar mucho para alcanzarlo. Solo tuve que doblar la esquina.

Entonces lo vi. No estaba solo; había una joven con él. Ambos estaban hablando. Ella lo miraba como si estuviesen completamente solos, como si no hubiese nada más alrededor. El también la observaba hipnotizado, pero más bien en la forma en que mira un cazador a su presa.
Los admiré tan compenetrada que perdí la noción del tiempo. Viéndolo mejor me di cuenta de que tan atractivo era. Era tan bello que me dolía admirarlo. Verlo hacía que fuera una necesidad satisfacer mis deseos más lujuriosos junto a él.

Mi cuerpo sintió el potente impulso de acercarme a ellos e interrumpirlos. Sentí celos como nunca en mi vida. Sentía unos terribles celos de aquella rubia de proporciones exuberantes, con una pollera de jean muy corta, y una musculosa roja (también corta) que dejaba entrever un piercing muy brillante. No lograba entender como sentía celos de alguien cuyo aspecto,  gritaba puta por donde se la viese.

Los admiré tan compenetrada que perdí la noción del tiempo.Tal vez estuve allí parada por horas.

¿Por qué me resultaba tan interesante aquella escena? Ya no era el sólo hecho de confirmar mi teoría , sino también el verlo a él.

Entonces ella cerró sus ojos y levantó el mentón. El se inclinó para besarla, pero en lugar de eso sus labios se desviaron al cuello de ella, quien segundos después profirió un desgarrador gemido.

Su sangre corría y manchó el cabello de ella y la camisa blanca de él. Era un espectáculo perturbadoramente hermoso.

Ahí estaba la prueba que tanto necesitaba.Mi confirmación. El era un vampiro.

El grito que no pude evitar reprimir , era más que suficiente para que cualquier ser que estuviera a 30 metros a la redonda se percatara de mi presencia.

No se cuanto tiempo estuve allí paralizada esperando a que todo terminara, probablemente unos cuantos minutos. Cuando el vampiro bebió toda su sangre, secó con la manga de su blanca camisa las pocas gotas de sangre que tenía en los labios. Luego acomodó delicadamente el cadáver en el suelo.

Suspiró y levanto la vista , manteniendo la mirada fija en mí. Sus hermosos ojos marrones estaban tristes, y parecía que iba a romper a llorar, ¿su tristeza era la razón por lo que lo había hecho? o ¿por qué sabía que tendría que hacer lo mismo conmigo?

Se levantó y comenzó a caminar en mi dirección . Excibió una sonrisa rota e hizo aparecer sus colmillos, los cuales había retraído luego de alimentarse. Cuando una lágrima rodó por mi mejilla, dejó de sonreir y sus ojos reflejaron aún más pesar. Hundió sus manos en los bolsillos y continuó caminando cabizbajo.

Una parte de mí , estaba feliz. Toda mi corta vida había pensado que prefería que un vampiro me mordiera, a nunca poder comprobar que realmente existían.

Reprimí un nuevo grito y contuve la respiración. El miedo me obligó a cerrar los ojos. Estaba tan asustada que no me atrevía a volver abrirlos. Cuando finalmente lo hice, él ya no estaba. Inevitablemente, emití un suspiro.

De repente, sentí como una fuerza sobrehumana me arrojaba al suelo. Traté de levantarme y luego sentí unos colmillos clavarse en mi garganta.

La próxima cosa que sentí fue un dolor, punzante e insoportable.

“Haz que se detenga”, desee rogarle, pero no pude manifestar sonido alguno.

Él dijo algo que no entendí bien, pero pude ver por la forma en la que me miraba que esperaba una respuesta. Asentí con la cabeza. Luego, me desvanecí. Antes de hacerlo, mi monótona y estructurada existencia apareció frente a mis ojos.

Mi niñez, mi adolescencia, cuando me gradué de la secundaria, cuando mis padres prácticamente me obligaron a estudiar Medicina, cuando me recibí de médica general y, finalmente ese mismo día hacía unas horas cuando renuncié a mi empleo.

Después de todo, la muerte no sería tan horrible; tenía veinticuatro años y estaba desempleada, desperdicié cinco años de mi vida estudiando una carrera que detesto, jamás tuve una relación seria con nadie, y principalmente porque no podía pensar en nadie a quien le importara mi partida.


Esto es todo lo que encontré , cuando pueda te mando el resto :)

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