Ese día , en que tuviste las pastillas en la palma de tu mano junto con ese doloroso nudo en la garganta y esa opresión en tu pecho; ese mismo día , cuando devolviste las pastillas al frasco y dejaste de intentar de girar la rosca de frascos con más pastillas. Sí. Ese mismo día lo lograste.
Desafiaste a la fuerza de gravedad que te estaba oprimiendo y matando.
Sí , desafiaste a la gravedad.
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